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Importancia de las lenguas muertas

Las lenguas muertas son aquellas extinguidas, o en proceso de extinción. También llamados idiomas muertos, son los que no pertenecen a la línea materna de ningún sujeto vivo.

Los idiomas o lenguas muertas ya no se usan en su comunidad natural, ni hay descendientes que hablen la lengua.

Se trata de lenguas que no siguen el normal camino de evolución y desarrollo que, a lo largo del tiempo, tienen las lenguas vivas. Algunas continúan usándose como segundos idiomas, lengua clásica o litúrgica, aunque nadie las adquiera como lengua materna.

indio de lenguas muertas

Muchos idiomas de pueblos indígenas se extinguieron.

¿Qué son las lenguas muertas?

Se trata de lenguas o idiomas que no usa ningún hablante nativo. Es decir que no existen personas vivas que posean ese idioma como lengua nativa o materna. Según los lingüistas, las lenguas muertas son las que ya no se usan en la comunicación habitual. O las hablan muy pocas personas, que no las utilizan para la comunicación cotidiana.

Este fenómeno ocurre cuando un idioma es paulatinamente reemplazado por otro en pequeñas etnias. Antiguamente era muy común que, cuando un imperio o civilización conquistaba otra, imponía su idioma, leyes y religión. Por eso muchas lenguas se quedaron sin hablantes, aunque fueron la base de idiomas hoy vigentes, como sucedió entre otras con:

  • el latín
  • el arameo
  • y el griego antiguo

A pesar de lo dicho anteriormente, estas lenguas pueden ser estudiadas por expertos, o utilizarse en ciertos contextos como ocurre con el latín. Algunas de ellas siguen empleándose en el contexto de la liturgia. Por otra parte, en el ámbito académico tanto el griego clásico como el latín siguen presentes en los programas educativos.

Algunos ejemplos de lenguas muertas

Luego de la conquista española de tierras americanas, muchos idiomas mesoamericanos fueron sustituidos por el español. A raíz de ello, las lenguas indígenas fueron objeto de estudio para comprensión de los escritos antiguos, pese a su extinción.

Los idiomas extintos tienen la característica común de que ninguna persona viva tiene ese idioma como lengua materna o nativa. Algunos de ellos como el manés, el livonio, el ubijé y el dálmata, que se extinguieron en la Edad Contemporánea, tienen registro del nombre del último hablante nativo.

Otros ejemplos son:

  • Egipcio clásico
  • Griego Antiguo
  • Latín
  • Córnico
  • Copto
  • Guanche
  • Íbero
  • Polabo
  • Huno
  • Celtibérico
  • Hitita
  • Acadio

El efecto globalización

El proceso de integración mundial que creó con los años un mundo altamente interconectado, que llamamos globalización, repercutió en forma negativa en muchos aspectos. Algunos de ellos son la cultura y las lenguas.

Por ejemplo en Islandia, cuya lengua oficial es el islandés, se extendió el uso del inglés por parte de los nativos. Por razones de utilidad, el inglés reemplaza progresivamente el idioma nativo, que pude llegar a desaparecer. Lo mismo ocurrió en Latinoamérica con lenguas indígenas como el quechua o el guaraní, que fueron sustituidas por el castellano.

Si entendemos la lengua como un sistema verbal de comunicación propio de una comunidad, coincidiremos en que ella refleja la realidad de una región. Y que es, además, un instrumento educativo indispensable en la enseñanza.

Por eso, para conocer un lengua no alcanza con aprender su gramática o vocabulario, sino que es necesario conocer los patrones culturales del lugar de que se trate. Según Umberto Eco, el “gran peligro de la globalización es que nos induce a una megalengua común”. Por ello la pérdida de una lengua implica la pérdida de una parte de la cultura.

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