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Importancia de la erupción del Vesubio

La importancia de la erupción del Vesubio, volcán cercano a Nápoles, tomó dimensión en 1979 luego de la destrucción de Pompeya.

Este volcán de poder devastador, sepultó varios núcleos urbanos y con ellos, gran número de animales y de vidas humanas.

El monte Vesubio fue escenario de uno de los desastres naturales más grandes y famosos de la historia.

erupción del Vesubio entre llamas de fuego y lava

Erupción volcánica

Importancia de la erupción del Vesubio

La catástrofe de la erupción volcánica más grande de la historia, fue una tragedia que sucedió hace cerca de dos mil años. En el siniestro, las poblaciones vecinas y más cercanas al volcán fueron totalmente destruidas (Pompeya, Herculano, entre otras).

La ciudad de Pompeya enterrada

Pompeya era una de las ciudades más prósperas del imperio romano. El primer núcleo estable que se estableció en la ciudad de Pompeya se remonta al siglo VI o VII a.C. En ese tiempo, se instalaron al pie del Vesubio los oscos, pueblo prerromano de la vieja Italia. Luego de un terremoto que ocasionó numerosos daños en Pompeya y varias ciudades cercanas, la ciudad fue reconstruida.

Aún cuando estaban restaurándola, en el 79 d. C. ocurrió la catástrofe que puso fin a Pompeya. La erupción del volcán fue sorpresiva, causando la muerte de miles de personas. Sepultadas bajo piedras y cenizas expulsadas bruscamente por el Vesubio.

Ennegrecida y completamente destruida, Pompeya emanaba columnas de humo negro aún mucho tiempo después de haber salido el sol. Por más de 1500 años el lugar se perdió en el olvido, hasta que en el siglo XVIII comenzaron las primeras excavaciones arqueológicas.

¿Cómo fue la erupción del Vesubio?

Se trata del volcán más peligroso de Europa, tristemente conocido por causar tragedias. Es el único volcán que aún sigue activo en Europa, situado a 10 km de la ciudad de Nápoles con cinco millones de habitantes.

La intensa erupción del año 79, originó la expulsión de una inmensa nube de gases, rocas, piedras y cenizas. A cien kilómetros por hora, la lava alcanzó una velocidad que no dejó escapatoria a los habitantes, que murieron abrasados en forma inmediata.

Se estima que las pérdidas humanas alcanzaron las veinticinco mil personas, comprendidas entre Pompeya, Estabia y Herculano. Nadie logró huir de la lava y las cenizas que arrasaron la ciudad, descubierta recién en 1599. Los restos de roca y cenizas siguieron cayendo durante días hasta cubrir con una capa de seis metros de profundidad a la población.

Personas y animales calcinados conservan la forma en la que se encontraban en los últimos segundos de sus vidas, expuestos a temperaturas superiores a los 300 grados centígrados. Hoy Pompeya es un destino turístico muy popular en Italia ya que las excavaciones se consideran patrimonio de la humanidad.

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