El rock es un género musical cuya importancia fundamental radica en haberse transformado en un movimiento social.
En momentos singulares de la historia de la humanidad, siempre surgen movimientos o reacciones culturales.
A lo largo de su historia, el rock fue y es un espacio de encuentro y un refugio, para el desarrollo de nuevas identidades juveniles con deseos de resistir a las modalidades ideológicas impuestas.
El rock surgió como una respuesta social en oposición al sistema.
Como movimiento social, el rock en todas sus expresiones tiene un denominador común que es la crítica constante de la sociedad, constituyendo entre los jóvenes un modo de construcción de la identidad.
En sus orígenes, el rock surgió como una contracultura poética que se opuso al sistema del mundo capitalista y consumista, con un mensaje pacifista de amor.
El rock es importante como respuesta cultural de oposición, a un sistema ideológico donde la prioridad es el materialismo, la desigualdad, la injusticia y el consumismo.
Desde sus comienzos, el rock sostuvo la libertad de espíritu y de conciencia, surgiendo como respuesta social a un mundo de esclavitud laboral y dolor en todos los planos, tanto físico, como mental y espiritual.
En la Argentina, el rock nacional fue una construcción social cuya definición ideológica ha ido cambiando en el tiempo, según los distintos estilos, y la diversidad de sectores sociales involucrados en cada momento histórico.
En la década del 70, el rock se estableció con vehemencia durante la dictadura militar como un estandarte representativo de la juventud, que era vista como sospechosa en la impuesta cultura del miedo.
Así como este género musical resguardó a los jóvenes en la dictadura, con el retorno de la democracia el movimiento se convirtió en un medio para gritar verdades y hacer reclamos de justicia.
En tiempos de libertad democrática, el rock es otra vía de expresión que refleja la cultura de una nación y habla de sus costumbres, de su ética, de su vida cotidiana.
El origen del rock fue en Inglaterra y Estados Unidos, donde se impuso como una filosofía de vida sostenida por una cultura joven que estaba en contra del sistema capitalista, y se expandió a todo el mundo.
Igual que en Inglaterra y Estados Unidos, la música en Argentina fue parte de una compleja actitud ante la vida que se caracterizó por un cuestionamiento profundo de la sociedad
Apareció en el país a fines de los años 50, con la llegada de un modelo económico desarrollista que importaba cultura, además de capital.
A medida de que en los años 60 avanzaba la conflictividad social, se resignificó el movimiento de rock nacional con banderas propias, con composición de canciones en castellano y con la formación de escuelas de rock con estilos propios.
El rock en Argentina se llamó “música de progresión nacional” (en relación a la progresión hacia la construcción de una identidad colectiva), enfrentándose a la música comercial y a la política.
En los 70 el rock cambia de ideología, dejando de representar sólo a la clase trabajadora con la incorporación de la clase media en sus canciones, convirtiéndose en el único ámbito donde se podía ser joven.
El rock fue un refugio de sociabilidad de jóvenes argentinos, de placer y complicidad para asistir a recitales o juntarse con amigos, en tiempos donde más del 60 % de los desaparecidos fueron jóvenes de niveles secundarios, universitarios y de agrupaciones barriales.
