Ir al contenido

Importancia del Estado

Un Estado está formado por un territorio y su población, es decir la nación que habita en su jurisdicción.

La importancia del Estado se vincula al orden de la convivencia en paz y la reducción al mínimo de las desigualdades sociales, para lo cual el Estado cuenta con un sistema de organización social regido por la Constitución Nacional y sus leyes.

Para lograr su gestión organizada, el Estado democrático cumple sus funciones a través de tres poderes públicos específicos: legislativo, ejecutivo y judicial.

El Estado es necesario para sostener el orden y la igualdad entre los ciudadanos.

La importancia del Estado radica en la ejecución de políticas de Estado, que en una democracia están orientadas al bien común de la población.

Quienes tienen la responsabilidad de gestionar las políticas de Estado son los gobiernos, a través de las instituciones gubernamentales y de las decisiones políticas.

Las gestiones de políticas comunitarias tienen resultados a largo plazo, por eso sus frutos no son visibles desde el inicio de la asunción de un gobierno.

Ello hace que no sean la principal preocupación de quienes asumen la función gubernamental de turno, ya que al no visibilizarse rápidamente los resultados, la gestión de los intereses comunitarios es poco atractiva para la captación de votos.

Es habitual que en la competencia por la alternancia de los partidos políticos, el enfoque esté dirigido a aplicar políticas diferenciadoras del partido opositor, lo que deja en el olvido las políticas de Estado para dar prioridad a las políticas partidarias.

Así, los partidos políticos toman una dimensión desproporcionada con ayuda mediática, reforzando la percepción diferencial del ciudadano y generando partidismos.

Si el partido está a cargo del gobierno, la tendencia es relegar a largo plazo las políticas de Estado o presentarlas como imposiciones del populismo, para no hacerse responsables a corto plazo.

Si el partido político pertenece a la oposición, habitualmente entorpecen la gestión de gobierno en relación a las políticas de Estado, preconizando maneras insostenibles de llevarlas a cabo.

La consecuencia de este Estado que evidencia una débil salud, es que al no gestionarse políticas de Estado la ciudadanía pierde confianza en los gobiernos, en la dirigencia política, y en el propio Estado.

Por otra parte, la competencia por la alternancia en el gobierno retrasa el avance de la democracia y la aplicación de políticas comunitarias que beneficien a la gran mayoría de la población.

Algunas políticas de Estado que generarían crecimiento económico, social y humano son las que reformulen la educación en relación al fracaso y la deserción escolar, el acceso equitativo a la formación universitaria, la sustentabilidad de la salud pública, la modernización de la Administración Pública, la incorporación y desarrollo de la ciencia y la tecnología, y muchas otras que integrarían un largo listado.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *