Ir al contenido

Importancia del desayuno

El desayuno es conocido habitualmente como lo primero que se ingiere por la mañana, luego del sueño nocturno. Su significado literal es deshacer el ayuno, es decir romper con él.

Un desayuno debe ser equilibrado y nutritivo porque impacta en forma positiva en nuestra salud. Por otra parte, nos brinda un momento de placer antes de comenzar la actividad diaria.

La primera comida del día nos asegura un buen comienzo, y nos provee de la energía necesaria para transitarlo.

Desayuno compuesto por jugo de naranja, uvas, manzanas, masas

La primera comida del día es importante para tener una dieta saludable.

Importancia del desayuno

Mientras dormimos hacemos un ayuno involuntario, por eso el desayuno es fundamental para dar inicio al metabolismo interno.

Los primeros alimentos que incorporamos al cuerpo rompen con el ayuno nocturno, de ahí su relevancia para evitar durante el día sensaciones de:

  • cansancio
  • hambre
  • ansiedad
  • desgano
  • falta de energía

¿Por qué desayunar?

Es necesario formar el hábito de desayunar para aportar energía al organismo antes de iniciar la actividad laboral o escolar. El pleno uso de las facultades físicas e intelectuales sólo es posible si rompemos el ayuno tomando los nutrientes adecuados.

Se ha demostrado que es estrecha la relación entre el desayuno y el rendimiento escolar. Y aún en épocas adultas de la vida, también se relaciona con el aumento del rendimiento laboral.

Una composición equilibrada

La composición adecuada de los alimentos del desayuno es de gran importancia porque condiciona las futuras sensaciones del organismo a lo largo del día.

Para ello se deben incluir:

  • macronutrientes adecuados
  • hidratos de carbono complejos (una pequeña parte de azúcares)
  • alimentos con grasas (de buena calidad nutricional)
  • proteínas

Por ejemplo, podemos obtener un desayuno saludable si incluimos pan integral con miel (que combina hidratos complejos con escasa porción de azúcar).

También las frutas son una fuente de hidratos que aportan al organismo minerales y vitaminas. Añaden además fibras, igual que los cereales, reduciendo el índice glucémico del desayuno.

Entre las fuentes proteicas podemos elegir leche o yogurt, quesos magros, huevos, frutos secos y semillas.

Prevenir la obesidad

En especial en los niños, es necesario evitar los alimentos con exceso de azúcares o de alto contenido glucémico en el desayuno. Esto es así porque los alimentos con bajo índice glucémico generan menor consumo de calorías durante el día. Es decir que la ingesta baja de azúcar provoca sensación de saciedad y retrasa la necesidad de comer.

Asimismo, empezar el día con una comida adecuada y abundante ayuda a perder peso.

Es aconsejable concentrar en el desayuno un 30% de las calorías que se consumirán durante el día. Además tener en cuenta la calidad de los alimentos, para que repercutan en forma positiva en la salud el resto de la jornada.

Es fácil comprobar que si no ingerimos alimentos a primera hora del día podríamos caer en hipoglucemia, afectando nuestra capacidad de concentración y memoria.

Vale la pena restar unos minutos a la cama, y tomarse el tiempo de formar el hábito del desayuno. E incluso tener en cuenta su planificación a la hora de hacer las compras del supermercado.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *