Importancia de la cultura azteca

La civilización azteca fue una de las culturas más importantes de América, en la época precolombina.

La importancia de la cultura azteca, fundada en la ciudad de Tenochtitlán en el centro del Valle de México, está dada por forjar un gran imperio organizado, a partir de condiciones muy precarias.

La de los aztecas, fue la cultura más poderosa y avanzada de todas las civilizaciones mesoamericanas.

Los aztecas fundaron la ciudad de México, en el lugar donde se desarrollaron las grandes civilizaciones.

Muchas veces los mismos americanos dudamos de la ubicación geográfica de México, sin saber si pertenece a América del Norte o a Centroamérica, desconociendo aún cuáles son sus fronteras.

Por ello es necesario consignar que una parte de México pertenece a América Central, la que se extiende a partir del Istmo de Panamá e incluye las Antillas y las islas del Caribe, y la otra parte de México pertenece a América del Norte.

Desde Panamá hasta el Cabo de Hornos, en el sur del continente latinoamericano, se extiende América del Sur.

Pero volviendo a ubicar geográficamente a México debemos decir que, si bien una pequeña porción de su territorio está ubicada en América Central, la mayor parte de la superficie mexicana pertenece a América del Norte, con un 85% de territorio mexicano en ese subcontinente.

El lugar donde se desarrollaron las grandes civilizaciones, como la cultura azteca, se denomina Mesoamérica y está ubicado en América Central.

Desde el Valle de México, y su centro en Tenochtitlán, entre los años 1325 y 1521 después de Cristo, los aztecas dominaron militarmente a las demás civilizaciones.

Las culturas vecinas estaban ubicadas en los estados actuales de Veracruz, Oaxaca, Puebla, Hidalgo, Guerrero, las costas de Chiapas y una parte de Guatemala.

La sed de poder de los aztecas los llevó a fraguar el mayor imperio de Mesoamérica, cuyo testimonio de poder para la humanidad lo constituyen sus obras arquitectónicas, producto de la mejor tecnología de la época.

La visión legendaria de los aztecas, y el reto por construir una ciudad avanzada, los impulsó a diseñar un plan de construcción sobre la pantanosa isla.

Utilizaron un sistema de pilotes de madera rellenos de piedra volcánica, para lograr mayor firmeza en los cimientos.

Con un sistema de calzadas con puentes elevadizos, lograron comunicar la tierra firme con la isla y las demás ciudades que levantaron.

A través de las calzadas, los aztecas trasladaron piedras de grandes tamaños hasta el islote, para la edificación de sus inmensos monumentos.

Mientras la población azteca aumentaba, controlaban militarmente todo el Valle Central de México, a la vez que realizaban obras arquitectónicas de gran envergadura.

Una de sus obras fue el acueducto que llevaba agua desde tierra firme hasta los pozos públicos de la ciudad construida en la isla.

La cultura azteca organizó su vida económica alrededor del comercio y la agricultura, actividad para la que desarrollaron técnicas agrícolas consideradas las más evolucionadas de las civilizaciones indígenas.

Implementaron el uso de cultivos flotantes, abonos animales o vegetales, y un sistema de riego con diques, dominando así las tierras pantanosas.

La máxima expresión arquitectónica fue la construcción de la ciudad de Tenochtitlán, cuyo urbanismo es deslumbrante. Entre sus costumbres, se destaca la importancia que le dieron a la educación, que era obligatoria.

Su primer emperador azteca fue Moctezuma, quien en el siglo XV ordenó extender las fronteras hacia los cuatro puntos cardinales.

En cien años, la cultura azteca se extendió exponencialmente, logrando dominar la mayor parte de Mesoamérica hasta la llegada de Hernán Cortez y la invasión colonizadora española.