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Importancia de la creatividad

La creatividad es un recurso que todos tenemos a nuestro alcance, y que practicamos a diario casi sin darnos cuenta.

Tomamos decisiones, resolvemos problemas cotidianos, innovamos de la nada misma generando espacios nuevos para avanzar hacia lo que aún no está construido.

La creatividad es una posibilidad de la que dispone todo ser humano en la medida en que se descubre y se desbloquea.

Solemos creer que la creatividad está emparentada con el arte, y que sólo puede ser utilizada cuando pintamos un cuadro, componemos una pieza musical o escribimos un libro. Pero la creatividad no está relacionada con la inteligencia.

El surgimiento de ideas creativas aparece como una síntesis entre mente-cuerpo, sentimiento-pensamiento, racionalidad e irracionalidad.

Desde el punto de vista biológico, se produce un ritmo cerebral que puede ser constatado a través de un electroencefalograma, que es el más próximo al sueño: el Theta. Hoy se sabe que en ese estado surge el material más puro de ideas creativas.

Es decir que el estado creativo consiste en lograr un ritmo cerebral de relajación profunda, ideal para la creación. Ese estado significa estar consciente del inconsciente y tener así un material propio de ese depósito de ideas que es el mundo inconsciente, estado en el cual el individuo produce lo mejor de sí mismo.

La creatividad es un recurso que tiene gran importancia para el progreso de las civilizaciones, ya que sin creatividad estaríamos repitiendo constantemente los mismos patrones.

Esta habilidad nos ayuda a evolucionar, a resolver situaciones y a adaptarnos activamente a la complejidad de la realidad.

En el proceso creativo puede haber bloqueos que se oponen a la aparición de la creatividad, que no permiten ver cuál es el problema. Están vinculados a prejuicios que aparecen en al ámbito de la percepción.

También existen bloqueos emocionales que se expresan como inseguridad, temor a equivocarse o hacer el ridículo, evocando una etapa de ambigüedad que precede a todo descubrimiento.

Los bloqueos emocionales están muy relacionados con los bloqueos culturales que se expresan como obediencia a reglas imperantes de conducta, de pensamiento y de acción.

Por esto la creatividad aparece como un acto de disconformidad, de rebeldía, de búsqueda de lo que intuimos que existe fuera de los límites de lo conocido, de lo que nos aprisiona.

En fin, nuestras relaciones sociales están plagadas de pautas que deberíamos atrevernos a discutir o revisar, para dar lugar a lo nuevo.

Para eludir los bloqueos, es necesario desprenderse de la manera habitual de considerar los problemas. Es el principio de distanciamiento, según Fidel Moccio.

Otro principio es el de la valoración diferida, que es la condición es postergar las evaluaciones mientras se está desarrollando la tarea, ya que tanto una valoración negativa como una positiva interrumpen el proceso de encuentro con las ideas creativas.

Para Enrique Pichón Riviere, la tristeza es el núcleo de todo conflicto patológico no resuelto. Cuando el conflicto no puede ser elaborado fallan los mecanismos de reparación y emerge la enfermedad como expresión de la intolerancia a un alto monto de angustia.

Allí se detiene el aprendizaje, se produce un congelamiento en la adaptación activa a la realidad y el sujeto enferma.

Pero ese conflicto es motor de la reparación y del proceso creador. Según Pichón Riviere, la creación surge como elaboración y superación  de esa tristeza, de ese conflicto entre el yo y la realidad.

Es el camino de la creatividad en el que el hacer, el crecer, el elaborar nuevos proyectos ayuda a rescatarnos y reparar los daños.

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