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Importancia de la formación

La importancia de la formación en el desarrollo personal, no pasa desapercibida. Cuando nos formamos, adquirimos conocimiento de manera gradual, acumulándolo a lo largo de la vida.

Esa adquisición de aprendizaje y habilidades nos acompaña donde vayamos o donde nos desempeñemos. Por ello, la posibilidad de formación nunca debe desperdiciarse.

Tanto dentro como fuera del ámbito educativo, la capacitación debería ser una aspiración de todo ser humano.

la formación y el entrenamiento van por el mismo camino

El entrenamiento es parte de la formación del atleta

Importancia de la formación

Sin duda, la adquisición de nuevas habilidades, competencias personales y conocimiento específico resulta fundamental para crear oportunidades nuevas. En especial en el mercado laboral, la formación brinda algunas garantías de las que forman parte la aptitud y la actitud del trabajador. En ese sentido, la formación autodidacta es una manera diferente de aprender, que consiste en adquirir competencias concretas. Partiendo de la motivación personal para incorporar conocimiento específico, que proporciona una cualificación e idoneidad adecuadas.

En la era de la educación, la información y el conocimiento, centrarse únicamente en el trabajo no alcanza. Tampoco la aspiración de ganar dinero, si no va de la mano de la formación constante.

Terminar los estudios, obtener un título universitario y tal vez un posgrado, no son suficientes. Es un error creer que la preparación intelectual termina allí.

¿En qué consiste su importancia?

En primer lugar, la formación nos aporta un incremento considerable de autoestima o valoración personal. Eso no es menor a la hora de establecer relaciones interpersonales. Sabemos que ellas son muy relevantes en nuestras vidas, y en particular en nuestra carrera profesional. Gracias a la autoestima desarrollamos habilidades sociales que mejoran nuestras relaciones personales:

  • empatía
  • compromiso
  • proactividad
  • tolerancia
  • autocrítica
  • apertura mental

Por otra parte, la interacción con el entorno es más saludable si existe la educación. La inserción de los sujetos en la sociedad tiene relación directa con la confianza, la capacitación y la autoestima.

El mercado laboral

En realidad más que aumentar las competencias profesionales, la formación eleva los índices de productividad. Afrontar la toma adecuada de decisiones en una empresa, o la resolución de conflictos requiere mucho más que un título colgado en la pared.

Una formación superior pone en situación privilegiada a trabajadores que buscan un ascenso, o un posicionamiento jerárquico. En tiempos en los que el mercado laboral ofrece pocas alternativas de empleo, el escenario es altamente competitivo. La búsqueda de innovación requiere un capital humano que tenga capacidad para afrontar todo tipo de retos.

Tanto las competencias técnicas como las habilidades sociales y la inteligencia emocional, aportan valor al perfil profesional.

Considerando las ventajas de la formación en el desarrollo personal, es bueno recordar que podemos acudir a las capacitaciones subvencionadas por instituciones tanto públicas como privadas. Del mismo modo, la tecnología y la informática ofrecen opciones digitales a la distancia de un click.

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