La importancia de la ética profesional está dada por el respeto a los deberes y obligaciones específicos del ejercicio de cada profesión.
La deontología o ética profesional sirve para determinar las normas de actuación o reglas de conducta, que son mínimamente exigibles en cada campo de trabajo.
No se trata de la moral sino de preceptos compartidos por el colectivo profesional, plasmados en un código ético referido al área estricta de desempeño de la actividad.
Las fuerzas públicas y las profesiones independientes tienen códigos de ética propios.
¿Qué significa ética profesional?
Si bien en general los términos deontología y ética profesional son tratados como sinónimos, ambos tienen diferencias particulares.
La deontología es una ciencia o tratado de los deberes particulares de las profesiones, cada una de ellas con sus particularidades. Por ejemplo el secreto profesional del médico y del psicólogo no lo comparten otras actividades. Es decir que la deontología está orientada al deber, a las normas y códigos aprobados por un colectivo que regula la actividad puntual. Se ubica entre la moral y el derecho.
En cambio la ética profesional no es normativa, está orientada a la beneficencia, es decir, a promover el cuidado de lo que es más conveniente para el otro que requiere el servicio profesional.
Es una rama de la ética que se aplica en la práctica concreta, proponiendo motivaciones, ya que predomina en ella la consciencia individual.
¿Cuál es la importancia de la ética profesional?
Reflexionar sobre la ética profesional en un mundo minado de valores, es como nadar contra la corriente. Asumirla como modo de vida suena también muy utópico. En todo el mundo, las universidades contemporáneas dan cuenta del descuido de la formación de actitudes éticas en el desarrollo del estudiante. Los esfuerzos académicos se concentran en los aspectos teóricos y prácticos de la profesión.
El discurso de la ética profesional se enfoca en postular qué se considera una buena actuación, en qué consiste el buen desempeño.
Es importante combinar las referencias éticas con la deontología. Para configurar el buen ejercicio profesional, es aconsejable situar las normas deontológicas en el horizonte de las aspiraciones éticas. En síntesis, ambas deberían estar presentes en todo oficio o profesión.
Elementos comunes de los códigos éticos
Tanto en los conceptos básicos, como en los que van más allá de las tradiciones, existe un esquema mínimo de deberes exigibles, con carácter general:
- Imparcialidad
- Independencia
- Honestidad
- Secreto profesional
- Incompatibilidades
- Retribución económica
- Relación con clientes
- Vínculo con el colegio profesional
- Respeto al medio ambiente
